Entiendo que a muchos os incomode contemplar lo que se supone que es la desvirgación de una joven delante de la cámara. Ya lo hemos comentado muchas veces pero hoy me gustaría remarcarlo de nuevo. Cuando nos referimos a desvirgamientos es solo para describir una primera vez frente a la cámara. Desconozco si en los castings de Pierre Woodman alguna vez se ha grabado uno real, pero eso es algo que se nos escapa por completo.
Hoy retomaremos el tema, para ver las dos caras de una misma moneda. Por un lado el impresionante casting de una vieja conocida de Orgasmatrix como Aneta Keys, disfrutando de la acción como pocas veces habíamos visto en castings anteriores, y por otro las sabias palabras de nuestro amigo Otto el piloto comentando el que vimos hace apenas 10 días: “un casting, ya sea de porno o de cualquier otra cosa, son siempre momentos de tensión e incomodidad, son minutos sórdidos. Es algo por lo que cualquier persona que quiera entrar en el mundillo tiene que pasar. Pero también hay formas de hacerlo. Pierre no se esfuerza por crear un buen clima, un buen rollo entre actriz y director/actor. Se limita a generar incomodidad. No me gusta cómo la toca cuando se pone a los pies de la cama. Ella parece querer estar en cualquier sitio menos ahí. Si Pierre lo hiciera bien generaría ambiente, conexión, buen rollo. Todo fluiría.”
En cualquier caso, otra de las contradicciones de un género que es incoherente hasta en su propio título: castings con “vírgenes”. Gracias a Phanatiko
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