A pesar de una más que justificada sospecha de que a esta buena mujer le gusta mucho meterle mano a sus fotos tirando de efectos como el Liquify y otras tretas digitales pensadas para aumentar lo que ya de por sí es notable, creo que Amy Jackson debe estar en esta sección sí o sí. Lo suyo no sé si es una especialización en retoque fotográfico o una maestría insólita a la hora de ensayar la postura perfecta para resaltar sus encantos, pero si uno se acerca a su Instagram y observa las vídeos se da cuenta de que estás fotos que siguen no son una fantasía. O en cierto modo, quizá sí. Gracias a alexliam.
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