Casi todos nuestros textos ponen en contexto a las starlets, su vida y su carrera profesional, pero rara vez hablamos de los actores masculinos y hoy va a ser una de esas excepciones. A Prince Yahshua hace tiempo que le vemos trabajar a un ritmo endiablado, y aunque al principio nos reíamos de esa manía suya de trabajar siempre con rodilleras, con el tiempo se ha convertido para muchos pornófilos en el mejor actor afroamericano de la industria estadounidense. Es el clásico caso: no es el más dotado genitalmente, no es el más musculoso y tampoco es el más guapo, pero la media total de sus capacidades es altísima y su rendimiento ante la cámara es el de una auténtica máquina de sexo profesional. Hoy lo tenemos bombeando a Amethyst Banks en una escena de Bangbros que es de las pocas, y ya era hora, que juntan en pantalla a hombre negro y mujer negra (o mestiza, en este caso) en vez de coquetear con el tópico racista del interracial.
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