Siempre lo decimos pero uno comprueba las estadísticas y cruza los datos y siempre acaba convenciéndose de nuevo de la misma teoría: los trasvases del porno europeo al norteamericano de pornstars rusas son pocos y sobre todo poco relevantes. Llama la atención que una nación que es cantera de una cantidad absolutamente demencial de talentos no los exporte más allá del porno europeo, más allá de Budapest y en contadas ocasiones España. Así que las excepciones son, por fuerza, de cierta importancia: Crystal Rush (también conocida como Kristall Rush, Anna G, Aurelly Rebel, Betty, Christall Rush, Kristal Rush, Kristall, Krystal Rush) tiene ya treinta años y lleva desde 2014 trabajando en esta profesión, pero ha sido en este 2018 que parece haber logrado encontrar una vía de entrada al circuito estadounidense. Ya ha estado Brazzers, Team Skeet, Jules Jordan Video y hace unos días se estrenó en la productora más patriota, la sempiterna Naughty America, donde dio muestras de sus aptitudes y su atractivo físico.
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