Aquí hemos querido llamar la atención alguna vez sobre Amber Ivy por el precioso y generoso culo que maneja esta starlet, pero sinceramente no esperábamos que llegase un momento en que decidiese invertir aún más sacrificio en su cuerpo y atreverse a bajar hasta los infiernos del porno un poco más extremo que el habitual para someterse a auténticos suplicios sexuales. La sorpresa ha sido muy grata, eso sí: en los últimos dos meses Amber ha puesto muchísimo de su parte para subir escalafones en la jerarquía de la marranada en la industria americana, y lo ha hecho con sus dos primeros gangbangs, el primero de ellos extremo y para Kink y el segundo y más reciente, interracial y para Dogfart.
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