La estadounidense Amara Romani es el claro ejemplo de que en un cuerpo pequeño puede caber mucha lujuria y un desenfrenado deseo sexual; con su 1,57m. y sus 50 kilos de peso demuestra que puede ser igual o más pollita que otras actrices que le superan por mucho en peso y estatura y para muestra:
Con ese cuerpo petit se atreve a follar con actores que tienen pollas del tamaño de su brazo sin ningún disimulo, y durante sus rodajes pareciese que la excitación en ella no termina. Ha trabajado para muchas productoras pero en todas ellas imprime su sello característico de guarres e intensidad, desde los anales, su escudo de batalla son las dobles penetraciones, el fisting y el squirt; sin lugar a duda el sobrenombre de «la pequeña demonio de Tasmania» le viene bastante bien.
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