Con Kay Lovely he vivido un déjà vu pues al igual que Gabbie Carter la novata es originaria de «La tonta Texas» y cuenta con el cuerpazo de cheerleader, insignia de esa región «footbolera» que, sumado a su exuberante delantera hace que se nos haga agua la boca. Y es que a pesar de que la Lovely no haya sido tan generosa poniendo toda la carne en el asador desde su primera escena, «la ternurita» pone bastante énfasis jugando el papel de ingenua mientras hace gala de su flexibilidad y delegando protagonismo a sus hermosos pechos 100% naturales.
¿Estaremos ante la starlet revelación del año? ¿o de otra Kendra Sunderland que inició como promesa pero fue perdiendo brillo al ser incapaz de salir de su zona de confort? ¿o quizás de una Gabbie más, que pasará como una estrella fugaz arrasando corazones pero más enfocada en recolectar billetes para desaparecer? Es muy temprano para sacar conclusiones pero mantengamos en el radar esta alta tetuda, ya que es precisamente la inyección de sangre nueva lo que mantiene vivo el porno como vicio y como negocio.
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