En su cuenta de Twitter, Alison Tyler se define a sí misma (entre muchas otras cosas) como una «amazona». En el argot porno es evidente a qué se refiere: su 1,80 de estatura resulta todavía más intimidante cuando se calza unos buenos tacones, y eso en el porno es el pan de cada día. Por si eso fuera poco, hace unos meses se colocó unos implantes en el pecho y ahora Alison es una imponente bestia devoradora de hombres que con su sola presencia deja en ridículo a veteranos sementales como Billy Glyde.
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