Hay un millón de vídeo de madrastras follándose a hijastros donde el punto de vista de la cámara es casi siempre el del afortunado joven. Las escenas en las que la cámara enfoca a ambos simplemente dan a entender que están solos y que el espectador es aquí puramente voyeur, alguien que ni siquiera existe o está presente en la realidad particular de la escena. Hoy me he encontrado con una mezcla sorprendente: aquí Alexis Fawx calienta y se folla a su hijastro mientras mira a cámara, que en esta ocasión toma la perspectiva de un amigo del muchacho que está sentado al lado, contemplando la situación sin moverse. Es un curioso eslabón intermedio, un formato de voyeurismo digital que no se acostumbra a explotar y que funciona muy bien en escenas rápida como esta en la que Alexis, apremiada por su calentón, finiquita el asunto en menos de un cuarto de hora.
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