A estas alturas no vamos a descubrir a dos estrellas consolidadas como Aidra Fox y Emily Willis: la primera, con una amplia trayectoria en el gremio pese a su juventud (26 años), y con un pasado donde puso a prueba su trasero (literalmente) en numerosas ocasiones; y la segunda con una juventud (23 años) y un descaro insultantes que le han permitido obtener los más importantes galardones de la industria. No en vano, a ambas, elegantemente cerdas, experimentadas y atrevidas, les adora la cámara y se manejan en sus escenas con plena solvencia, derrochando atractivo y carisma. En definitiva, se trata de un tándem galáctico que han sabido transmitir sintonía y pasión verosímil cuando se les ha podido ver en acción en una misma escena, como podemos ver en sendos documentos; más cercanos al softcore, pero igualmente disfrutables.
Comentarios