A pesar del ominoso título que la productora Sweet Sinner ha tenido a bien colocarle a esta cinta, Darker Side of Desire #2 posee un tono mucho menos oscuro y una intensidad sadomasoquista mucho más moderada y disuelta de lo que alguno podría pensar. De hecho una de sus escenas más interesantes es este polvo con toque de BDSM en el que Steve Holmes somete con tremenda gentileza y muy pocos argumentos sadistas a una Aidra Fox que se presenta dispuesta a todo y que, a juzgar por las auténticas barbaridades que se ha dejado hacer con gusto en Kink en escenas anteriores, seguramente disfrutó con relativa serenidad y escasa exigencia física. Por mucho que se vista de BDSM, esto es porno comercial; y muy bueno, por cierto.
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