En Hegre-Art hace ya unos años que cayeron las caretas y el otrora estudio de desnudos artísticos ha abrazado el porno sin tener que busca justificaciones. Eso sí: incluso su particular aproximación al sexo filmado tiene un talante especial, tan trabajado en lo visual como en lo temático. Si ya nos estremecíamos con las capacidades ordeñatorias de Charlotta, hoy nos toca echar mano de dos vídeos centrado en otro tipo de paja: la que lleva un extra de creatividad y estímulo y que pocos seres humanos serían capaces de soportar durante más de cinco minutos. Un aplauso a estos dos héroes y a sus torturadoras: Florencia Onori primero y Jolanta Leonaviciute después.

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