Hasta ahora creo que en la industria del porno solamente James Deen había hecho de su condición judía una bandera que le acompañase durante su carrera, una forma de desobjetivizar a los profesionales y demostrar que también son gente. El siguiente caso ha sido el de la espectacular Abella Danger, una morenaza remotamente parecida a la ya retirada Mischa Brooks y de ascendencia nativa americana y ucraniana, que se presenta en Twitter como «una jovencita judía» representada por otro judío famoso como es el agente Mark Spiegler. Y ya sabéis que donde el viejo verde pone un contrato, llueve talento.

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