Conocida según el círculo como Abby, Anjelica o Krystal Boyd, se podría decir que esta guapísima y esbelta rubia es algo así como el equivalente ruso de la checa Little Caprice, ambas damiselas de una belleza natural deslumbrante y una trayectoria en el porno fino que desafía a su propio aspecto físico cuando uno se da cuenta de que su más reciente escena para Wow Girls bien podría ser la primera si nos guiamos solo por su frescura y juventud: Abby solo tiene 23 añitos, pero desde que debutó con 18 primaveras no ha dejado de trabajar. Un lustro de regularidad y progresión en una industria como la europea, que no se caracteriza precisamente por mantener romances largos con sus jovencitas.

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