Volvemos con nuestros siempre agradecidos recopilatorios tras aquella extraña pero morbosa experiencia con Belladonna, y lo hacemos con un plato fuerte y bien abundante: 66 lechazos en distintas partes del glorioso cuerpo (la mayoría en la cara, eso sí) de la madura más querida por los orgasmátricos: Lisa Ann. Quizá entre sus muchas virtudes en el porno no se encuentre la de ser precisamente una gran receptora de semen, ya que a menudo evita tragárselo y desde luego se le nota en la cara que no es su práctica favorita, pero cuando hablamos de pornstars de este nivel y con una carrera tan dilatada (pun intended) cada actuación rebosa talento.
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